El Comité de Expertos en Farmacodependencia (CFD) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) organizó una serie de reuniones sobre la aplicación de los tratados internacionales de control de drogas a fines de 2021, que produjeron como resultado un informe final con conclusiones y recomendaciones sobre algunas sustancias. Las sustancias analizadas y consideradas como un daño o riesgo para la salud pasaron a una revisión crítica y pueden ser incluidas en la lista de la Convención Única sobre Estupefacientes (1961) o en la Convención Única sobre Sustancias Psicotrópicas (1971) de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Fueron siete las sustancias analizadas, y tres fueron catalogadas (Brorfina, Metonitazeno y Etilona). Las otras cuatro (4F-MDMB-BICA, Bencilona, Kratom -y sus numerosos alcaloides- y Fenibut) se mantuvieron bajo vigilancia; el mismo estatus que tenían antes de la reunión.
«El presente informe demuestra que no hay motivos para considerar el kratom y sus alcaloides como una sustancia nociva. Esto podría influir en las decisiones a nivel institucional, regional y nacional.»
El hecho de que el kratom se mantenga como sustancia bajo vigilancia significa que la OMS sigue considerándolo con potencial para causar daños a la salud pública, pero tras un análisis más detallado no hay pruebas suficientes para recomendar una revisión crítica, ya que el riesgo de abuso o dependencia es bajo, así como el alcance de los problemas sociales y de salud pública causados por él, incluso si se tiene en cuenta que hay un vasto número de personas que informan haberlo utilizado como automedicación para una variedad de trastornos y condiciones, como el dolor, la abstinencia de opioides, los trastornos por consumo de opiáceos, la ansiedad y la depresión, además de su uso milnario como medicina tradicional países del sudeste asiático.
Entre 15-16 millones de personas utilizan el kratom en los Estados Unidos. A esto hay que añadir algunos millones más en el sudeste asiático, de donde es originario. Como se está incrementando su popularidad en Europa, organizaciones como el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) han puesto la sustancia bajo vigilancia, aunque con la publicación reciente de la ONU y la OMS del informe actual que demuestra que no hay razón para considerar el kratom y sus alcaloides como una sustancia nociva, esto podría influir en las decisiones a nivel institucional, regional y nacional.
Mantener la legalidad del kratom es importante no solo para quienes utilizan la planta para lidiar con problemas relacionados a su calidad de vida, sino también para las investigaciones en curso para determinar la farmacología básica y el potencial valor terapéutico del kratom y los alcaloides que lo componen.