Al conocer los beneficios que proporciona el kratom al cuerpo y a la mente, mucha gente suele comentar que ellos suenan muy similares a lo que provee el CBD. Para los que no lo conocen, el CBD es el cannabidiol, una sustancia química de la planta Cannabis sativa que en los últimos años se ha difundido y legalizado en algunos países para el tratamiento de enfermedades y molestias, como las convulsiones, la ansiedad, el dolor, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Crohn, etc.
Ambos, el kratom y el CBD, son 100% naturales, pues provienen de plantas que no pasan por procesos de industrialización o mezcla química. A primera vista, realmente suenan similares al combatir dolores, la ansiedad, algunos síntomas de la depresión y al promover la mejora de la calidad del sueño. Sin embargo, hay que destacar que existen muchas diferencias entre los dos, y definir cuál podría ser la mejor opción para cada persona es realmente una cuestión única e individual.
Para empezar, su composición química es completamente distinta: pertenecen a familias de plantas muy diferentes y sus mecanismos de actividad en nuestro organismo tampoco coinciden. El kratom produce sus efectos especialmente por medio de los receptores opioides de nuestro sistema nervioso, mientras el CBD actúa en los receptores cannabinoides. Ambos son considerados psicoactivos, de potencial adictivo muy bajo en el caso del kratom, o nulo en el caso del CBD puro.
«En foros como Reddit hay usuarios que comparan sus experiencias con el kratom y el CBD, y la mayoría de ellos parece preferir el kratom por una efectividad mayor con dosis más bajas -y, por lo tanto, más económicas-, pero al fin y al cabo es un tema muy personal y subjetivo.»
Con respecto a sus efectos, el kratom suele ser considerado más potente en dosis más bajas para dolores crónicos y agudos. Debido a su afinidad con algunos de los receptores opioides, el kratom posee fuerte efecto analgésico, y por esta misma razón se ha vuelto el favorito de mucha gente que sufre de estos males. El CBD también combate muchos dolores de modo eficaz, y aunque para eso se necesita una dosis que suele ser alta y cara para algunos bolsillos, tiene buena ventaja al tratar convulsiones epilépticas, por ejemplo, ya sea en niños o adultos.
Del mismo modo, ambos suelen ser buscados para tratar la ansiedad, el estado de ánimo y la depresión. Resulta muy difícil hacer una comparación objetiva entre la eficacia de cada uno de ellos en estos campos. Los dos suelen tener buenos resultados al encontrarse la dosis correcta, pero es muy subjetivo de cada persona elegir uno u otro para tal. Lo que sí, el kratom en dosis más bajas puede tener un efecto estimulante parecido al de la cafeína, que el CBD no posee. Asimismo, el kratom se ha mostrado efectivo para evitar la abstinencia que usuarios de medicamentos opioides industrializados sufren al dejarlos.
Ninguno de los dos causa resaca y tienen pocos y muy leves efectos secundarios, perfectamente manejables al regular su dosis personal y la hidratación que le corresponde. Tampoco hay ninguna sensación de pérdida de reflejo o alteraciones -sean positivas o negativas- que sustancias como el THC, del cannabis, suelen proporcionar. En foros como Reddit hay usuarios que comparan sus experiencias con el kratom y el CBD, y la mayoría de ellos parece preferir el kratom por una efectividad mayor con dosis más bajas -y, por lo tanto, más económicas-, pero al fin y al cabo es un tema muy personal y subjetivo.